Su nombre es Teresa Hernández. Aunque no revela su edad, las pequeñas arrugas en su cara muestran unos 50 años de vida, y es esta misma vida la que corrobora con su actitud y vestimenta. Con una blusa de color morado, un pantalón negro y sus botas negras camina por las instalaciones de la sede de primaria del colegio Distrital República de Colombia, ubicado en la localidad de Engativá.  Al entrar por un gran portón, pasando un pequeño escritorio, desde donde se maneja la seguridad del plantel, además de ver a esta mujer caminando de manera acelerada, se logra divisar un engalanado corredor.
El surrealismo se refleja con las pequeñas réplicas de Joan Miró, pintor, escultor, grabador y ceramista español, quien en sus obras reflejó su interés en el subconsciente en lo infantil. El siglo XX se expone por medio de obras de Henri Matisse, pintor francés.  Y nuestro país es mostrado a través de Carlos Jacamanijoy, artista nacido en Putumayo, quien con sus vivaces colores muestra en sus obras la linda Amazonas. 
Con más de 300 litografías coleccionables de las obras de los artistas mencionados y unos cuantos más que ha adquirido en el Museo de Arte y Cultura de Colsubsidio,  Teresa ha logrado uno de sus sueños: darle a esa sede la posibilidad de estrechar la mano con el arte, utilizando lo que ella denominó Arte Pictórico.  La institución se ha convertido en una galería en donde padres de familia, profesores, visitantes y los niños  pueden aprender del arte y admirarlo, con sólo caminar por los corredores del colegio.
Esta mujer soñadora entró a ser parte del grupo de docentes de este colegio en el año 2000. A pesar de que su labor sólo se limitaba a enseñarle a los niños las materias básicas, su motivación y su amor por el arte hizo que se extra limitara y fuera más allá del trabajo para el cual la habían contratado. 


El punto que hizo que detonara su admiración por las artes fue el viaje a Europa que realizó en el año 2004. Deslumbrada por este viejo continente, visitó los museos que todo turista quiere conocer. Pero fue el Museo de Louvre, en París, el que  la engatusó con las distintas obras de artistas reconocidos a nivel mundial.  “No sabía que tanta belleza podía llegar a cautivarme de tal forma.  Yo quería que mis estudiantes sintieran lo que sentí en ese viaje. Por fin entendí lo que puede transmitir el arte.”
Al instante que llegó de aquel viaje que ella denomina como “renovador”, decidió poner de su empeño y trabajo para brindar a sus estudiantes conocimiento de las artes, ya que como lo asegura, estas no eran enseñadas en ese entonces en la institución.  En aquella época asegura que el proyecto no era aceptado por la que en ese entonces era la rectora del colegio. No obstante, esta mujer decidida continuó con las Artes Pictóricas, y fue esta determinación lo que permitió que el nuevo rector, que entró a asumir la administración de este colegio, le diera su apoyo incondicional. “Gracias a nuestro rector, el Señor Rigoberto y al concejo directivo, actualmente, todos los bimestres le enseñamos a los niños la importancia del arte por medio del trabajo de artistas.”

Desde hace 6 años este proyecto se ha intensificado a nivel interno de la escuela, ya que por más que esta mujer ha tratado de mostrarlo a las entidades del gobierno, no ha recibido ni colaboración ni respuesta alguna.    Pero eso no ha sido impedimento para que el proyecto de Artes Pictóricas abarque los cursos desde 2do de primaria hasta 4to, con el propósito de sensibilizar por medio del arte a los niños, para que aprendan de los valores y antivalores que encuentran en su diario vivir.