¿Es la educación el motor para el desarrollo y crecimiento de una sociedad?  La respuesta es si. Este proceso en donde los individuos desenvuelven sus aptitudes, conocimientos, hábitos y conductas es lo que determina la convivencia en comunidad. Lo anterior se afirma debido a que por medio de la formación se busca establecer un proceso de socialización, en donde el individuo logre relacionarse con sus semejantes y de igual manera, pueda desplegar su libre personalidad.

La ética, los modales para actuar, las normativas, entre otras, son los primeros puntos en la formación que se establecen por la familia para el crecimiento de la persona. Luego de que estas son inculcadas, llega el momento de dotar al individuo de conocimientos académicos.  En esta medida, la responsabilidad recae en las instituciones educativas, que están capacitadas para dar este servicio.  Las matemáticas, el lenguaje, las ciencias sociales son algunas de las áreas que se encuentran en los planes de educación diseñados por los distintos organismos formativos. No obstante, existen otras áreas del conocimiento que son arrinconadas y en algunos casos extremos, olvidadas. Un claro ejemplo de la premisa anterior es el campo de las artes

Refiriéndonos al contexto colombiano, es un hecho  que en la gran mayoría de colegios del Estado se le concede un espacio reducido a lo artístico. De esta manera, la enseñanza de la apreciación del arte no entra a ser considerada como una prioridad.
El valor que se le otorga a los diferentes dominios artísticos es un proceso que comienza con la formación del individuo a muy temprana edad. En una primera etapa, es importante brindar a los niños un espacio en el cual puedan construir y mostrar libremente sus creaciones artísticas.  Luego terminada esta fase, se le brinda la capacidad de ejercer actividades artísticas relacionándolas con su entorno y vida. Y por último, el proceso finalizaría cuando los niños tengan la capacidad de apreciar el trabajo de artistas.
Este proceso de aprendizaje ideal es uno irreal en nuestro país.  A pesar de que la educación artística es un derecho concertado en la Ley, la falta de motivación en las escuelas públicas de las bellas artes es una realidad que preocupa, debido a que no se logra despertar aptitudes artísticas latentes en los jóvenes.

Áreas académicas como las matemáticas, los lenguajes y las ciencias sociales cuentan con una serie de patrones teóricos y de enseñanza, por medio de los cuales los docentes procuran dar entendimiento sobre las anteriores. No obstante, la técnica artística sólo puede desarrollarse mediante la ejecución de trabajos, actividades lúdicas, en las cuales cuenten con los materiales necesarios para dejarse llevar por la imaginación y transmitir los sentimientos.