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Stephanie Pérez
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TOCANDO LAS PUERTAS PARA SER ESCUCHADO
Como cuando una balsa se topa con una tormenta en medio del mar, Gustavo ha chocado en varias ocasiones con dificultades que se le han presentado en el camino. La principal de ellas ha sido la falta de atención de las administraciones, para con su proyecto. Ante esto, le ha correspondido a él "tocar las puertas" incontables veces para ser escuchado.
No obstante, no ha permitido que esta indiferencia afecte en el proceso y crecimiento del proyecto. Por el contrario, la lucha constante con la cual ha adquirido el reconocimiento no solo en la institución sino también en los medios, es lo que lo hace sentirse orgulloso de su trabajo.
Una batería ubicada en una esquina es el comienzo de una hilera de instrumentos que se distribuyen a lo ancho y largo del salón. Violines, tamboras, timbales, guitarras, bongos, xilófonos, saxofones, clarinetes hacen parte de la lista interminable de instrumentos con los cuales cuentan en esta escuela. ¿Una escuela distrital con todos esos instrumentos? SI, pero todo esto es un logro de Gustavo.
“Lo que hoy se ve acá ha sido el resultado de varios días parado esperando que me oyeran y escucharan mi proyecto”. En este campo de la educación no van a las escuelas a tocar a las puertas preguntando qué necesitan. Entre las labores de los docentes está ir a tocar las puertas en las distintas instituciones para que les ayuden con sus proyectos. Para Gustavo actualmente esto es “pan comido” teniendo como base las experiencias que tuvo cuando su proyecto era desconocido. A medida que La música como experiencia lúdica se dio a conocer en distintos encuentros artísticos, las colaboraciones con instrumentos empezaron a verse.
Al IDEP Gustavo pasó un proyecto de innovación entre los años 1998 y 1999. De este proyecto esta institución le dio la mano con un computador y un mezclador, con los cuales ha grabado las producciones de los trabajos pedagógicos de los niños.
La alcaldía de Bogotá, en los 15 años que ha ejercido su labor de docente, le ha dado la mano con un contrabajo. En esta alcaldía, antes de que Samuel Moreno fuera suspendido, Gustavo acudió a esta entidad para que les ayudara con dos clarinetes y dos congas. No obstante, los instrumentos solicitados no llegaron, la ayuda se vio “Luego de que nos presentamos con una de las orquestas, el alcalde se encontraba en la presentación, nos felicitó y allí aproveché para hacerle la solicitud de manera directa”. A los 3 meses llegaron los clarinetes y las congas.
Por su parte la Secretaría de Educación le colaboró con unos cuantos violines, luego de insistir en contadas veces con ayuda para seguir fortaleciendo la música en la institución educativa, y para proyectar con más facilidad su proyecto educativo. En esta medida se corrobora la ardua labor del docente artístico, el cual debe estar dispuesto a pedir e insistir incontables veces para fundamentar sus proyectos ya que como asegura Gustavo “Todo está en el maestro”.
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